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Abrazando la Energía Femenina: La Contención en la Relación con la Mujer

Abrazando la Energía Femenina

La Contención en la Relación con la Mujer

Original article in English by @AngelPrimal

Preparando el escenario.

Las relaciones entre hombres y mujeres suelen ser complejas, por lo que antes de comenzar a exponer este tema, necesitamos aclarar algunas cosas.

Muchas mujeres asocian la palabra contención con restricción y falta de libertad o sentirse limitadas y controladas. Dicho control, o más bien opresión, ha existido durante siglos, pero no me estoy refiriendo aquí a esa clase de contención. En la actualidad esa asociación se debe principalmente a malas experiencias durante la crianza o la juventud, y en cierta medida, a una adoctrinamiento social distorsionado en esta era de «igualdad sexual».

Dentro de la liberación sexual que ha vivido nuestra sociedad en las últimas décadas, se oculta un conflicto latente en donde hay mucha confusión y malentendidos.
Soy consciente de que la narrativa de este artículo desafía algunas creencias actuales sobre la igualdad de género, por lo que anticipo que será un artículo controvertido ya que, al ir contracorriente y cuestionar dicha narrativa, nos conecta con la batalla entre la libertad y la opresión, dentro del escenario de la trágica historia humana. Por ello, espero que el lector pueda mantener su mente abierta e intente dejar temporalmente a un lado la reactividad personal a este tipo de temas.

La contención es también necesaria en una relación homosexual, y en todo el abanico de sofisticadas relaciones de la era moderna, pero las dinámicas de poder y la definición de roles es diferente, y obviamente eso tiene poco que ver con el género. En este artículo, nos centraremos solo en la relación entre un hombre y una mujer, dejando otro tipo de relaciones para otro momento.

Antes de continuar, he de confesar que, a nivel personal, no he sido consciente de la importancia de la contención durante gran parte de mi vida. En mi ánimo de vivir la igualdad dentro de un espacio en donde la mujer se sienta libre y respetada, intentaba evitar condicionar o limitar su mundo, y no era consciente de lo que significaba «contener positivamente» ni tampoco de la importancia que ello tiene para que una mujer se sienta completamente segura de que el hombre está al 100% en su relación con ella. Cuando miro hacia atrás, desde esta nueva perspectiva, me doy cuenta que no he sabido crear adecuadamente ese espacio de contención.

Hay una gran confusión, tanto en hombres como en mujeres, acerca de qué es la contención y cómo proporcionarla o recibirla. En una relación entre un hombre y una mujer, es esencial que el hombre proporcione contención a la mujer con la que comparte su vida amorosa. Es importante también que la mujer sepa proporcionar contención al hombre, pero es un tipo de contención diferente y no vamos a tratar aquí lo que las mujeres necesitan hacer o evitar, sino lo que los hombres pueden hacer o deberían hacer en una relación con una mujer. Por desgracia, la mayoría de los hombres no saben contener, y quienes lo hacen se sitúan en una posición de poder, desde donde imponen y dominan, especialmente quienes no saben cómo abrazar el mundo emocional de la mujer.

Por suerte, en la sociedad occidental actual, no solo existe el divorcio, sino que también casi todos somos libres para mantener cualquier tipo de relación y vivirla como acordemos. La cuestión es si estamos abiertos a ser sinceros con nosotros mismos y hacernos una simple pregunta: «¿La relación con mi pareja está realmente funcionando?» Con frecuencia, la respuesta honesta es «no», y el principal motivo invisible es que el hombre en general no sabe proporcionar la clase de contención que la mujer necesita ni la mujer sabe donde situarse para recibirla.

Introducción.

Lo primero que deberíamos saber es que los hombres y las mujeres somos diferentes. Esto significa sencillamente que hombres y mujeres no son iguales, algo que se manifiesta físicamente en una estructura biológica diferente. Por ello, si seguimos centrándonos en hacer que hombres y mujeres sean idénticos, la consecuencia será más problemas, más frustraciones y más conflictos. En realidad, no podremos crear una verdadera armonía en nuestras relaciones hasta que estemos dispuestos a aceptar que hombres y mujeres somos diferentes.
Este es un hecho muy importante y muchas personas que luchan por la igualdad se centran erróneamente en la «igualdad de género» e intentan establecer la igualdad de poder y de valor, o cualquier otra forma de igualdad, tratando de demostrar que los hombres y las mujeres somos «iguales», lo cual es una batalla perdida, porque en realidad no somos iguales.

Este es el mensaje principal de este artículo:
Las mujeres necesitan «contención» en una relación para sentirse bien en esa relación.

¿Qué es exactamente la contención y cómo proporcionarla a una mujer?

Existen diferentes tipos de mujeres cuyos comportamientos o palabras sugieren que en realidad no necesitan contención. Algunas mujeres pueden actuar como si no necesitaran contención de un hombre porque la obtienen de otras personas, o porque han tenido que aprender a contenerse a su mismas. También hay mujeres que se resisten a la contención porque la asocian con sentirse limitadas y controladas, tal vez debido a ciertas situaciones difíciles por las que han pasado. Y muchas otras parecen no necesitar contención porque simplemente aprendieron a acomodarse en ese espacio de «independencia» y creen saber compensar la falta de contención en sus vidas valiéndose por sí mismas pero, aunque no lo admitan, en su vida diaria, no se sienten contentas y suelen estar tensas y ansiosas.

Cuando observas a muchas mujeres que se resisten fuertemente a la contención que les pueda ofrecer un hombre atento y equilibrado, y analizas su crianza infantil o su juventud, lo que podemos ver son vivencias traumáticas relacionadas con lo que ellas asocian con la contención. En general han sufrido malas experiencias respecto a sentirse controladas y la falta de libertad. Incluso pueden sentir que cada vez que reciben contención de un hombre, es como ser débiles o no ser lo suficientemente válidas, Como consecuencia, exhiben comportamientos que tienen sus raíces en la falta de contención. Podrán decir o insinuar que no necesitan contención, pero su comportamiento no reflejará el eco de sus palabras.

Una relación saludable entre la energía masculina divina y la energía femenina divina.

Un Buda iluminad@ podría encarnar la polaridad femenino-masculino en un equilibrio interior casi perfecto, en esta danza terrenal de seres encarnados. Sin embargo, en el nivel actual de consciencia humana, no creo que esta posibilidad alcance a muchos seres humanos vivos, por lo que, aunque todos los seres humanos poseamos la esencia de las dos energías, la inmensa mayoría de nosotros vibramos básicamente con una de las dos polaridades, y necesitamos «conectar» con la otra polaridad para sentirnos plenos.

Para que una mujer pueda ser y expresar con plenitud su feminidad, la energía masculina debe crear un espacio protegido donde su feminidad florezca y se pueda permitir ser suave, abierta y receptiva.

Cuando una mujer rechaza esa contención masculina, se contrae, se vuelve rígida y entra en un estado de defensa, desarrollando mecanismos de adaptación en lugar de un estado natural de feminidad. La realidad es que lo femenino no puede «florecer completamente» sin la adecuada contención de lo masculino, y termina asumiendo roles que afectan su bienestar físico, mental y emocional. Cuando no existe ese «contenedor masculino», la mujer tiene que adaptarse y tiende a volverse masculina, y cuando esto sucede, sufre un impacto negativo, no solo en su mente y sus emociones, sino también en su salud. Esa realidad provoca una distorsión de la polaridad que, además de ser poco saludable para ella, es la razón principal de muchos de los problemas de la relación entre hombres y mujeres hoy en día.

Profundizando en la contención.

Contener a una mujer significa crear activamente un espacio seguro para su bienestar. La energía masculina en equilibrio actúa como un contenedor en el que lo femenino puede crecer y florecer en libertad.

Para crear este sentimiento de unidad, la energía masculina debe tomar «posesión positiva» de la energía femenina.
Este concepto de propiedad o posesión tiene una gran connotación negativa para la gran mayoría de las personas, pero básicamente significa abrazar completamente la esencia femenina de la mujer.
Un ejemplo claro es el rol que desempeña el hombre y la mujer en numerosas danzas, tanto tradicionales como contemporáneas, en las que el hombre «dirige» y la mujer se deja ser llevada y «dirigida». Cuando el hombre sabe cómo liderar el baile, ella se siente relajada y libre, disfrutando plenamente del ritmo y del movimiento conjunto.
Otro momento ilustrativo sucede cuando, al hacer el amor, nacen frases como «Soy tuya» o «Tómame». Dichas expresiones espontaneas surgen de un profundo sentimiento que reclama la unidad con el ser amado y, en esos momentos, la mujer realmente desea ser positivamente contenida/poseída, algo que nada tiene que ver con desear sentirse limitada, oprimida o controlada.
Es importante aclarar que hay una gran diferencia entre que la mujer exprese «soy tuya» en un momento de éxtasis amoroso, a que el hombre, en ese o en cualquier otro momento, pronuncie las palabras «eres mía».

Miles de años de historias.

Desde hace milenios, la sociedad ha mostrado a las mujeres lo que significa ser una propiedad, pero aquí estamos hablando esencialmente de lo opuesto a ser oprimidas y controladas. Cuando un hombre toma a una mujer como parte de sí mismo y la abraza con ese nivel de pertenencia, ella realmente se convierte en parte de él (al mismo tiempo que él se convierte en parte de ella), de tal forma que nunca podría realmente lastimarla sin también hacerse daño a sí mismo. Por lo tanto, la «propiedad positiva» es realmente la mejor manera para que una mujer permanezca genuinamente segura en su relación con el hombre, porque el máximo anhelo de un hombre equilibrado es complacer a la mujer que ama, lo cual hace que la mujer se sienta feliz y realizada en la relación.
Muchos hombres que no saben lo que significa proporcionar contención a una mujer se beneficiarían al entender que en esencia se trata de protegerla y defenderla. Cuando el hombre no sabe hacer eso, la mujer básicamente tiene que «defenderse y protegerse a sí misma». Cuando un hombre no proporciona la contención necesaria a una mujer, ella termina sintiendo que tiene que hacerlo todo ella misma y, en última instancia, sentirá que está completamente sola e insegura en la vida. Por ello, para poder defenderse y protegerse, no le queda otra opción que proveer y cuidarse ella misma sin ayuda. Esto la hará volverse controladora, ansiosa, fría, amargada, enojada, resentida, más masculina y menos suave, aunque intente y consiga aparentar todo lo contrario.

Si un hombre quiere proporcionar contención a una mujer, no puede esperar que ella se defienda y se proteja por sí misma. Debe encontrar formas de defenderla en cualquier situación, no solo a nivel físico, sino también a nivel mental y emocional. Una triste realidad es que muchos hombres cuidan mejor sus propiedades inanimadas (automóviles, motocicletas, ,…) que a la mujer con la que comparten su vida. Lamentablemente, la mujer ha sido tratada históricamente casi como un objeto al servicio de las necesidades del hombre. Frases como la «obediencia debida» aún resuenan en los oídos de nuestras abuelas y bisabuelas como su «deber» sexual.

Cómo proporcionar contención a una mujer para que se sienta genuinamente y positivamente poseída y defendida.

Hay varias formas en que un hombre puede contribuir positivamente al bienestar de una mujer, desde protegerla físicamente y cuidarla emocionalmente hasta crear un entorno de apoyo para su crecimiento, además de realizar acciones proactivas en diferentes aspectos de su vida, asumiendo la responsabilidad financiera y logística, todo orientado a nutrir una relación comprometida y saludable.

Algunos ejemplos:

Apoyo emocional durante el estrés: Una mujer podría estar pasando por un momento difícil en el trabajo. Aprecia cuando su pareja escucha atentamente y ofrece soluciones de apoyo sin interrumpirla ni darle consejos no solicitados. Se siente emocionalmente contenida, sabiendo que hay un espacio donde se siente segura para expresarse. Muchos hombres ignoran que las mujeres necesitan verbalizar mucho más que los hombres para poder calmar su mente ante lo que les preocupa.

Seguridad y Protección: Al caminar por un estacionamiento mal iluminado tarde en la noche, ella puede instintivamente acercarse a su hombre. Esto no significa que no pueda caminar por sí misma, sino porque el sentido de seguridad y contención que él proporciona la hace sentirse mejor.

Toma de decisiones en pareja: Al enfrentarse a una decisión importante, como un posible cambio de trabajo, valora la opinión y el diálogo con su pareja, sopesando los pros y los contras juntos. Siente que su punto de vista es considerado equitativamente dentro de un diálogo en donde se valora mucho su opinión.

Expresión Emocional Abierta: Siente que puede expresar libremente sus sentimientos y vulnerabilidades porque sabe que su pareja no los utilizará en su contra en otro momento. Se siente emocionalmente contenida y segura, lo que permite una conexión emocional con su pareja aún más profunda.

Natural para el hombre

La contención es algo natural para el mundo masculino, es como su segunda naturaleza, y en el minuto en que toma la decisión de convertirse en crear un espacio de contención para la mujer, no necesita decirse a sí mismo cómo hacerlo. Para proporcionar la contención adecuada a las mujeres en general, un hombre deberá de tratar de entender tanto como sea posible a las mujeres en general, y para proporcionar contención a la mujer en su vida, tendrá que esforzarse en comprenderla lo mejor que sepa.
Las mujeres son muy similares en muchos aspectos, pero también son muy diferentes. Por lo tanto, es importante esforzarse en entender a las mujeres en general y a la mujer con la que compartimos nuestra vida en especial.

La contención positiva no tiene absolutamente nada que ver con controlar, oprimir, limitar o ser menospreciada. Si un hombre añade cualquiera de estas cosas a la vida de una mujer, en realidad no le está proporcionando contención, sino todo lo contrario. Esas cosas no están realmente proporcionando bienestar a la mujer, y por lo tanto no están en armonía con la posesión positiva.

Muchos de nosotros seguimos «luchando» con esa realidad porque no tuvimos grandes ejemplos mientras crecíamos. Es como tratar de armar un mueble de IKEA sin el manual. Muchos hombres tienen problemas para proporcionar contención porque nunca recibieron contención cuando eran niños. No tuvieron la oportunidad de aprender con el ejemplo o no fueron enseñados cómo hacerlo. En realidad, es un trauma del desarrollo, y por esta razón, muchos hombres no son plenamente adultos, y muchos tienden a relacionarse con mujeres que les dan contención y amor. En estos casos, la mujer no solo no recibe la contención que necesita, sino que se siente obligada a dársela al hombre, quizás esperando que el hombre madure y finalmente recibirla.

No podemos evitar como adultos compensar, de diferentes formas, las carencias de un desarrollo limitado de nuestra infancia. Es frustrante para una mujer, pero los hombres que no han recibido nunca contención o han sido enseñados cómo contener, caminan perdido tratando de averiguarlo, y subconscientemente tienden a buscar relaciones de «polaridad invertida».
La única solución a esta realidad es intentar ser cada vez más conscientes de esa realidad, y esperar que más padres proporcionen contención a sus hijos para que cuando crezcan puedan dar contención, como verdaderos hombres, a las mujeres de su vida.

Reflexión Final

Proporcionar contención en una relación no es algo que sólo haga sentirse bien a una mujer, también hace que un hombre se sienta bien en esa relación. Cuando un hombre ha tenido un crecimiento saludable, le encanta la sensación de proporcionar contención a las mujeres que forman parte de su vida. De hecho, le da mucha autoconfianza, además de una tremenda sensación de valor y sentido de propósito.

Las mujeres también deben enfrentarse a la resistencia a ser contenidas por un hombre, y resolver el miedo que sienten a ser controladas, oprimidas o limitadas, algo a tratar en un artículo independiente.
Permitir la contención no significa que una mujer sea débil o menos capaz. Se trata de permitirse a si misma ser nutrida y apoyada de una manera que le permita ser su mejor yo.

Quiero agradecer a todos los hombres que toman la iniciativa y tienen la valentía de entrar en un nuevo espacio de conciencia, no sólo para ellos mismos, sino para el beneficio de quienes les rodean; y a todas las mujeres que, superando miedos y creencias, se atreven a mostrarse vulnerables y a explorar los diferentes niveles de realidad del fascinante mundo femenino.

@AngelPrimal

AngelPrimal.com

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