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El Poder Sanador de la Expresión Emocional

El Poder Sanador de la Expresión Emocional

Curación Emocional: Bloques o Niveles de Expresión

Las emociones son energía, y la energía tiene que ir a algún lugar. Imagina las emociones como energía que fluye a través de tu cuerpo y necesita una salida. Entonces, cuando reprimimos esa energía, la expresión de nuestras emociones, es como dejar que la comida se pudra dentro de tu nevera; empieza a echarse a perder y afecta todo lo que está a su alrededor.

El universo es un casamentero vibracional; cuando reprimimos emociones, atraemos situaciones que reflejan nuestro caos interno. La única manera de sanar es permitiéndote sentir y expresar estas emociones, incluso si te hace vulnerable.

La Importancia de la Vulnerabilidad

Entrar en la arena de la vulnerabilidad puede ser muy difícil, especialmente para aquellos de nosotros que equiparamos la vulnerabilidad con el sufrimiento emocional y el dolor. Por eso parece muy arriesgado para muchos de nosotros permitirnos entrar en contacto con nuestras propias emociones. Pero aquí está el truco: la vulnerabilidad no es tu enemiga. Es la puerta de entrada a la honestidad emocional y al crecimiento personal. Negarse a ser vulnerable es como intentar navegar a través de un laberinto con los ojos vendados; no puedes avanzar de manera eficiente.

Niveles de Expresión Emocional

Este enfoque sirve como un plan para comunicar auténticamente nuestras emociones, proporcionando una imagen completa de nuestro paisaje interno. Considera retirarte a un espacio privado para conectarte conscientemente con emociones de las que podrías estar desconectado.

Piensa en la expresión emocional como un edificio de cinco pisos, donde cada piso representa un estado emocional diferente. Tu educación y personalidad determinan qué pisos te animan a visitar y cuáles evitas. Pero la verdadera curación requiere visitar cada piso del edificio. Por ejemplo, algunas personas están condicionadas a experimentar libremente tristeza o decepción, pero se les desalienta a sentir ira. En esta metáfora, se les permite estar en el piso de la ‘Tristeza’, pero no en el de la ‘Ira’. Otros pueden haber aprendido que mostrar miedo o inseguridad está prohibido, pero expresar ira es aceptable.

Tu bienestar emocional depende de tu voluntad para explorar cada piso de este edificio emocional. Para articular completamente cómo te sientes, es crucial recorrer estos niveles en un orden específico. Esta exploración estructurada asegura que estás enfrentando y expresando la totalidad de tu verdad emocional.

El Edificio de 5 Niveles de la Expresión Emocional

Nivel 1: Ira y Resentimiento

La progresión natural de la expresión comienza en un lugar de ira, resentimiento, furia, culpa y repulsión hacia la otra persona o hacia nosotros mismos. Este es tu sótano emocional, donde viven las emociones crudas y sin filtrar. Ira, culpa y resentimiento llenan este espacio. En lugar de guardártelo, expresa tu furia. Imagina tu ira como una bola de cañón; dispara en lugar de dejar que se oxide dentro de ti. Este no es el momento de ser delicado con tus emociones, este es el momento de expresar los aspectos más oscuros y complicados de lo que realmente sientes. Gritar a… Echar la culpa a… Hablar de resentimientos…

Ejemplo en Relaciones Adultas: Tu pareja olvida una fecha importante. Podrías sentirte profundamente conmovido porque es una repetición de cómo tu madre siempre olvidaba tus eventos escolares, haciéndote sentir desatendido.

Una vez que hayas expresado toda la ira, pasas al nivel dos.

Nivel 2: Decepción, Tristeza y Dolor

Después de que se asiente el polvo de la ira, encontramos la capa de decepción y dolor. Cuánto duele… Cuánta decepción… Cuán triste…

Ejemplo en Relaciones Adultas: Continuando con el ejemplo anterior, tu decepción en tu pareja puede hacerte darte cuenta de que no se trata solo de la fecha; se trata de sentirte poco importante, tal como te sentías poco importante para tu madre.

Nivel 3: Miedo, Inseguridad, Malos Recuerdos y Heridas Profundas

Los miedos e inseguridades son lo real debajo de nuestra ira. No se trata solo de lo que hicieron los demás; se trata de cómo sus acciones te hicieron sentir disminuido. Debajo de las emociones superficiales están los verdaderos culpables: miedos e inseguridades, que provienen de experiencias pasadas. Los miedos siempre tienen que ver con malos recuerdos. Es por eso que parecemos reaccionar de manera exagerada en relación con cada situación, incluso cosas pequeñas. No son realmente cosas pequeñas porque están vinculadas a cosas grandes, cosas muy grandes incrustadas en lo profundo de nuestra memoria.

Ejemplos en Relaciones Adultas:

  • Temías que la negligencia de tu madre significara que eras indigno de amor. Las acciones de tu pareja desencadenan este mismo miedo.
  • Cuando era una niña pequeña, mi padre siempre solía encontrar defectos en mi apariencia. Nunca fui lo suficientemente buena para él.

Después de haber expresado todas tus emociones relativas a la capa de miedo e inseguridades, y malos recuerdos y heridas profundas, puedes experimentar una liberación emocional seria relativa a este nivel en particular. Esta es la capa de vulnerabilidad, que realmente estamos buscando. Aquí es donde ocurre la verdadera curación.

Nivel 4: Comprensión, Empatía, Responsabilidad y Lamentar

Aquí es donde comienzas a asumir la responsabilidad emocional, expresando empatía y comprensión hacia la situación o la otra persona. Es una etapa reflexiva, en la que analizas tus propias acciones y cómo contribuyeron al problema. Frases como: Entiendo completamente… Lamento mucho que te sientas así… Sé que puedo ser difícil a veces porque…

Ejemplo en Relaciones Adultas: Entiendes que tus reacciones son parcialmente acerca de tus problemas no resueltos con tu madre. Expresas esta comprensión a tu pareja. No estás obligado a compartir pero, al menos, reconoces tus sentimientos para ti mismo.

Una vez que hayas expresado todas tus emociones relativas a la capa de comprensión y empatía, y responsabilidad y lamentar, puedes experimentar una liberación emocional seria relativa a este nivel en particular. Esta es la capa de autorreflexión, y es donde ocurre la verdadera responsabilidad emocional.

Nivel 5: Ponerle Nombre a los Sentimientos

El último paso es dar nombre a tus emociones. En este nivel, al ponerle nombre a tus emociones, las estás reconociendo, lo que les da poder. Es un proceso simple pero extremadamente efectivo para validar tus emociones. Palabras como: Me siento… Triste… Feliz… Herido… Irritado… Angustiado… Aburrido… Solitario… Avergonzado…

Ejemplo en Relaciones Adultas: Pones nombres a tus emociones y sientes un nuevo sentido de libertad. Tal vez, incluso, una sensación de ligereza.

Una vez que hayas expresado todas tus emociones y les has dado nombres, habrás completado la estructura y puedes experimentar una liberación emocional seria. Este es el último nivel y es donde ocurre el entendimiento total.

Dónde y Cómo Empezar

Lo mejor es ponerte en una habitación donde no te moleste nadie, y si está a prueba de sonido aún mejor.
Tanto si lo escribes en tu portátil, a mano, o simplemente lo dices en voz alta para ti mismo, expresa tus emociones en relación con cada capa emocional sucesivamente.

Una vez que hayas pasado por todo este proceso, habrás articulado completamente tus emociones y la realidad de la situación quedará al descubierto. Esto sienta las bases para una curación genuina. En este punto, puedes revisar tu desglose de emociones y considerar compartirlo con la persona amada involucrada en esta difícil circunstancia. No estás obligado a compartir, por supuesto, a veces simplemente reconocer tus sentimientos ante ti mismo es suficiente. Sin embargo, si deseas avanzar en el proceso de curación, puedes optar por compartir tus ideas con esa persona, enfatizando los puntos clave que consideres más cruciales.

Si estás en una relación, ya sea romántica, platónica o de otro tipo, este enfoque puede ser mutuamente beneficioso. Imagina sentarte frente a una mesa y acordar abordar los conflictos de manera diferente: sin discusiones inmediatas, sin interrupciones. Una persona toma la palabra, trabajando a través de cada capa emocional de arriba a abajo. La otra persona escucha atentamente. Luego, los roles se invierten. Si eres el segundo, es posible que te resulte difícil volver a visitar los sentimientos iniciales de ira, especialmente después de escuchar la confesión sincera de tu pareja. Pero compartir tu versión de la historia es esencial, ya que puede allanar el camino hacia una verdadera resolución y liberación emocional.

Al expresarte abiertamente y permitir que tu pareja haga lo mismo, ambos obtienen una comprensión más clara de los problemas reales en juego. Este enfoque elimina la acumulación de emociones reprimidas y, en última instancia, fomenta una relación más transparente y saludable.

¿Dificultad para acceder a tus emociones?

Para aquellos de ustedes que tienen dificultades para acceder a sus emociones, aquí hay algunas preguntas que les ayudarán a acceder a las emociones relacionadas con cada uno de estos niveles. El primero es la ira. Primer nivel: Odio cuando… Estoy tan enojado que… Estoy harto de… Estoy lleno de rabia cuando… Segundo nivel: Me siento tan decepcionado que… Me siento tan triste cuando… Lo que me duele tanto es… Por eso me duele tanto… Tercer nivel: Tengo miedo de que… Lo que realmente me asusta es… Me asusta cuando… Me recuerda a… Cuarto nivel: Lo siento por… Por favor, perdóname por… Es completamente comprensible que… Lamento que… Entiendo que… Quinto nivel: Quiero… Te perdono por… Espero que… Gracias por… Te aprecio porque… Te amo porque…

El papel de las preguntas en el acceso emocional

Si aún te resulta difícil conectar con tus emociones, estas preguntas te ayudarán a orientarte emocionalmente.

Ira: «¿Qué específicamente desencadenó esta emoción?» «¿Por qué estoy tan enojado por…?» «¿Esta ira está dirigida hacia mí mismo, hacia otra persona o hacia la situación?»
Decepción: «¿Por qué duele tanto esto?» «¿Tenía expectativas específicas que no se cumplieron?» «¿Esta decepción se basa en mis acciones o en las de otra persona?»
Miedo: «¿De qué tengo realmente miedo?» «¿Este miedo es racional o irracional?» «¿Este miedo se basa en experiencias pasadas o incertidumbres futuras?»
Comprensión: «¿Qué parte de esta situación lamento?» «¿Hay una causa subyacente o un patrón que conduzca a este arrepentimiento?» «¿Puedo identificar dónde salieron mal las cosas?»
Amor: «¿Qué solución nos haría felices a ambos?» «¿Mi felicidad está ligada a la felicidad de la otra persona?» «¿Qué puedo contribuir para resolver el problema en cuestión?»
Capas adicionales que podrías explorar:
Alegría: «¿Qué hay en esta situación que me trae felicidad?» «¿Cómo puedo mantener o replicar esta alegría?» Curiosidad: «¿Qué más necesito aprender sobre esta situación?» «¿Cuál es otra perspectiva que no he considerado?» Confusión: «¿Qué elementos de esta situación no me quedan claros?» «¿Qué información me falta?»
Culpa o Vergüenza: «¿Es esta emoción mía o estoy asumiendo los sentimientos de otra persona?» «¿Qué puedo hacer para enmendar?»
Aceptación: «¿Qué aspectos de esta situación no puedo cambiar?» «¿Cómo puedo aceptar lo que ha ocurrido?»

El Poder de la Honestidad Emocional

Es razonable esperar que al final de este proceso te sientas increíblemente vulnerable. Accederás a ese espacio crudo con el que la mayoría de nosotros se siente muy incómodo; muchos intentamos adormecerlo con píldoras o con adicciones, o de otras maneras, pero te prometo que si te permites estar con esa crudeza, tendrás acceso a la sanación, tu vida empezará a mejorar. Esa emoción, no puedes simplemente ignorarla y reprimirla. Saldrá, si no verbalmente, saldrá a través de tus acciones subconscientes, saldrá a través de tu cuerpo, a través de enfermedades, si no expresas esa emoción.

Así que expresar tus emociones no es solo la clave para la salud física, tampoco es solo la clave para que tus relaciones funcionen, también es la clave para que sientas una sensación de paz. Ponerse crudo y vulnerable es increíblemente beneficioso, y es necesario si alguna vez vamos a encontrar algún tipo de equilibrio en nuestras vidas. Así que intenta este proceso. Espero que te beneficie.

La Conexión con los Sistemas Familiares

La forma en que expresamos emociones en nuestras relaciones adultas a menudo hace eco de cómo se manejaban las emociones en nuestros sistemas familiares. Si un niño crece en un hogar donde se desalienta la vulnerabilidad, lleva esta huella emocional a sus relaciones adultas, replicando a menudo los mismos patrones. Al navegar por los cinco niveles, no solo estás mejorando tus relaciones actuales sino que también estás revisando y sanando las dinámicas familiares pasadas.

El Don de la Vulnerabilidad y la Sanación

Este proceso te deja crudo y emocionalmente desnudo, pero es en este estado en el que puede ocurrir la verdadera sanación. Las emociones ignoradas no desaparecen; encuentran una forma de aflorar, ya sea a través del comportamiento disruptivo, problemas de relación, o incluso dolencias físicas.

Entonces, ¿estás listo para entrar en tu edificio emocional? Descubrirás que cada nivel que visites contribuye no solo a tu salud emocional sino también a la calidad de tus relaciones y tu sentido general de paz. Es hora de ponerse crudo, ser real y sanar.

@AngelPrimal

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Nota: Es importante recordar que la progresión emocional no es lineal; puedes moverte hacia adelante y hacia atrás a medida que procesas cada emoción. Pero el objetivo final es la liberación completa de todos los pisos del edificio emocional, permitiéndote la oportunidad de sanar completamente.

También, hay que tener en cuenta que cada persona puede tener diferentes formas de acceder a sus emociones. Lo más importante es ser honesto contigo mismo y permitirte explorar y expresar tus emociones de una manera saludable.